Proclamación a Antínoo 

I

Ven a mi, rey Antínoo 

Te ha robado de mi el destino.

llevame en tus brazos;  

Te he llorado un rio. 

Y junto a tus brazos 

Tomaremos la luna a lazos, 

Con tu fino lino alzaremos mástil, 

Con velero nocturno sobre el cantil. 

Viajaremos hasta el fin; 

Por que te quedas taciturno.

Tomame en tus brazos 

Apollo taciturno,

Tomame en tus brazos 

Dios taciturno. 

Quiereme Antínoo.

Quiéreme como si el sol a la luna le perdiere;

Los ojos no mienten,

Son chocolates derretidos a calor solar.

Y las Musas

Euterpe, y Erato

Ay me han condenado.

Quiereme como el lirio al canto de los ríos,

Como el acanto al libre capitel bríos, 

Quiéreme como si el marzo de lluvia careciere, 

Como si el rio de lagrimas dependiere,  

Quiereme como si el sol insistiere.


II

Como el rey, al castillo le quiere; 

Quiéreme Antínoo 

Que tu risa es divina, 

Y tu canto ilumina. 

Eres elegancia, la ánfora mas fina;

Tu fragancia, arias de tierra Melina.

Quiéreme que de flechas cupido me hiere. 

Quiéreme y el rosal con flor persistiere

Y así el invierno perdon le prometiere. 

Que delirio. 

Me tienes en cadenas de prosa

Este eterno martirio 

Moribundo vuelo de la mariposa

Reacio fallecimiento de la rosa.

Quisiera ser los vientos llaneros 

Para que con mis suspiros te desvistiera. 

¡Y los actos de amor que te cometiera!

¡Los versos de miel que te vertiera!



III 

Quisiera ser los vientos,

Y por fin besarte. 

Quisiera ser la luna,  

Y el rostro iluminarte. 

Quisiera ser los eneas,

Y asi el verso susurrarte.

Quisiera ser valiente,

Y alfin mi corazón darte. 



IV

¿Como floreciere el campo? 

Si de amor cediera el espíritu.

Si de corazas se desvistiera

Hasta solo quedar desnudo.

En piel tímida y rosa

Y después vestirse de prosa.

Florecieran los campos.

Y bajo umbelas me amarías, 

Y bajo manzanos te besaría.

Que tonterias. 

Que tonterias. 


V

Un dia quise ser los vientos 

Porque tus labios 

Anhelaba besar.

Quise ser la luna

Para tu ceño iluminar. 

Quise ser los eneas 

para susurrarte mi verso. 

Pero tu fuistes reacio 

Remiso e indeciso. 

Se dicen mil versos

En lo que nunca se hizo. 

Y esos finos rizos,

Alborotadizos y cobrizos.

Son la memoria de un verso 

Calenturizo. 



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